jueves, 27 de diciembre de 2007

Jura en el día de San Juan Evangelista

El día 27 del pasado año asistimos orgullosos a la jura de nuevos cargos y de nuevos hermanos de la Cofradía. En esta sección tenemos un nuevo diputado, Pedro, así como varios hermanos nuevos como Javier o nuestra carráncana, Paloma. Recibid mi más cordial enhorabuena y mi más sentido agradecimiento. Bienvenidos.

Estauroteca de la Catedral de Waterford (Irlanda). Por Pedro Matías.

Estauroteca de la Catedral de Waterford (Irlanda)Este relicario está realizado en plata y lleva la siguiente inscripción: 'Ista Particula Sacratissime Crucis Pertinent Ad Ecclesiam Cathedralem Sanctissime Trinitatis Waterfordie HIS MAR 1620' (Esta partícula sagrada de la Santa Cruz pertenece a la Iglesia Catedral de la Santisima Trinidad de Waterford - Jesus María 1620).La reliquia está depositada en el interior de una cruz de doble brazo, cuyas medidas son aproximadamente 22 cm. de alto y 6 cm. de ancho. En un lateral tiene una inscripción muy antigua: 'Lignum de Vera Cruce'.No hay evidencias de la procedencia de este relicario, pero seguramente ya era venerado en Waterford mucho antes de la Reforma del siglo XVI. Un escritor sugiere que quizás pudiera haber formado parte de la Reliquia de la Abadía de la Santa Cruz y que el Rey Muircheartach O'Brien de Munster la habría recibido del Papa Pascual II (1099-1118). El rey estuvo estrechamente implicado en el nombramiento del primer obispo de Waterford en el siglo XI.Durante los primeros días del siglo XVIII, cuando forzaron al obispo Richard Pierse a exiliarse, confió la Reliquia Sagrada a la familia Aylward de Waterford. Un miembro de esta familia, antes de su muerte, la pasó al hermano Joseph Murphy de la orden del Monte Sion en 1840. El hermano Murphy era el tío de Margarita Aylward, fundadora de la Congregación de la Santa Fe. La reliquia fue devuelta por la orden a la Catedral durante el siglo XX.

martes, 25 de diciembre de 2007

Poesías a la Cruz. (Salvador Marín Hueso)

UNA CRUZ SENCILLA
Hazme una cruz sencilla,
carpintero...sin añadidos
ni ornamentos...
que se vean desnudos
los maderos,desnudos
y decididamente rectos:
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el astil disparándose a los cielos.
Que no haya un solo adorno
que distraiga este gesto:
este equilibrio humano
de los dos mandamientos...sencilla,
sencilla...hazme una cruz sencilla, carpintero.
(LEÓN FELIPE)

lunes, 24 de diciembre de 2007

La cuna. Por Pedro Matías.


La cuna o el pesebre en el que el Salvador Niño fue recostado después de su nacimiento corresponde propiamente a esa parte del establo o khan (mesón estilo turco) donde se coloca el alimento para las bestias domésticas, quizás fabricado con el mismo material con el que se construye el pesebre mismo. Una muy antigua tradición afirma que en el establo estaban un buey y un asno al momento del nacimiento de Cristo. La tradición hace alusión a Isaías (1, 3): “Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo”. Y quizás también esté fundamentada en las palabras del profeta Habacuc (3, 2) que, en la versión de los LXX, se lee de la siguiente manera: “En medio de dos animales serás conocido”, en vez de “en medio de los años”, etc., como correctamente tradujo San Jerónimo del hebreo.
Las reliquias de la cuna preservadas en Santa María la Mayor, en Roma, fueron llevadas ahí desde Tierra Santa durante el pontificado del Papa Teodoro (640-649), quien era nativo de Palestina y quien estaba, por lo mismo, consciente de los peligros de vandalismo y robo a los que las reliquias estaban expuestas a manos de los musulmanes y otros forajidos. Sabemos que la basílica erigida por Liberio sobre el Esquilino recibió primero el nombre de Sancta María ad Praesepe, bajo el Papa Teodoro. Fue durante el pontificado de Adrián I que se edificó el primer altar en la basílica, y con el correr de los años el sitio donde se guardan las reliquias se convirtió en objeto de las visitas de los fieles devotos de todas partes del mundo. En la actualidad, los restos de la cuna que se conservan en Santa María la Mayor consisten de cinco pedazos de madera, de los cuales, como resultado de las investigaciones dirigidas por el Padre Lais, subdirector del Observatorio del Vaticano durante la restauración de 1893, se determinó que fueron tomados de un árbol de sicómoro que tiene algunas variedades en la Tierra Santa. Dos de los pedazos, que, al igual que los otros tres, deben haber sido más grandes de lo que son actualmente, estaban levantados en forma de X, y sobre ellos descansaban los otros tres, apoyados por un sexto trozo, actualmente desaparecido, y que estaba colocado sobre la base del ángulo superior de la X. Podemos deducir que estos trozos de madera eran originalmente simples soportes del pesebre mismo, hecho probablemente de la cantera blanda en la que estaba cavada la cueva. El rico relicario, adornado con bajo relieves y estatuillas, que contiene las reliquias de la cuna en la actualidad, fue donado por la Duquesa de Villa Hermosa en 1839. Pío IV (1559- 1565) restauró el gran altar sobre el que son solemnemente expuestas anualmente las reliquias para la veneración de los fieles en la víspera de Navidad.
La devoción a la cuna es indudablemente de origen muy antiguo, pero fue san Francisco de Asís quien la popularizó y le dio la forma tangible en la que es conocida hoy día. Cuando san Francisco visitó Roma en 1223, le informó al Papa Honorio III acerca de sus planes de hacer una representación escénica del lugar de la Natividad. El Papa escuchó contento los detalles del proyecto y lo aprobó. Habiendo salido de Roma, san Francisco llegó a Greccio la víspera de la Navidad, y fue entonces que, con ayuda de su amigo Giovanni Velita, construyó una cuna y agrupó a su alrededor las imágenes de María, José, el asno, el buey y los pastores que adoraron al Salvador recién nacido. Luego actuó como diácono en la Misa de Nochebuena. Cuenta la leyenda que, habiendo cantado las palabras “y lo acostaron en un pesebre”, él se arrodilló para meditar brevemente en el sublime misterio de la Encarnación y en ese instante apareció en sus brazos un bebé, rodeado de brillante resplandor. En la basílica de san Francisco, en Asís, se puede ver una pintura del Giotto que representa a san Francisco celebrando la Navidad en Greccio. A partir de entonces se extendió en todo el mundo cristiano la devoción al pesebre. Cada año, desde la víspera de Navidad hasta la octava de la Epifanía, en las iglesias católicas se coloca una cuna que representa el sitio del nacimiento de Cristo, con objeto de recordar a los fieles el misterio de la Encarnación y de traer a la memoria los eventos históricos relacionados con el nacimiento del Redentor, según constan en la Tradición y en los Evangelios. El viejo templo franciscano de Ara Coeli posee quizás uno de los más grandes y hermosos pesebres del mundo. Es en él donde se expone cada año el famoso Bambino di Ara Coeli, desde la víspera de Navidad hasta la festividad de la Epifanía. El Santo Bambino es una figura, elaborada en madera, que representa al Salvador recién nacido. Se dice que dicha figura viajó desde Tierra Santa, y a lo largo de los siglos ha sido adornada con joyas de inmenso valor. El Ministro General de los Frailes Menores lo lleva en procesión anualmente en la fiesta de la Epifanía y con él bendice solemnemente la ciudad desde lo más alto de la elevada escalinata que conduce a la entrada de Ara Coeli.


MEISTERMANN, A New Guide to the Holy Land, tr. (Londres, 1907), 221-234; CHANDLERY, Pilgrim Walks in Rome (New York y Londres, 1903), 107-108; LESETRE en Dictionnaire de la Bible (Paris, 1899), XII, s. v. Creche; Analecta Juris Pontificii, January, 1895, II, 74, 75; MISLIN, Die Heiligen Orte (Viena, 1860) II, 655 ss.; IANCHINI, De Translatione Sacrarum Cunabularum ac Praesepii Domini.

sábado, 22 de diciembre de 2007

LOTERIA!!!

El número de lotería lleva premiado 100 € por décimo. ¡¡Enhorabuena!!

miércoles, 19 de diciembre de 2007

MENSAJE DE NAVIDAD

A pesar de que cantemos "Gloria a Dios en lo alto de los cielos y paz en la tierra.", hoy no hay en la tierra ni gloria a Dios ni paz.Hasta que el anhelo de paz no quede satisfecho y hasta que no hayamos librado nuestra civilización de la violencia, Cristo aún no ha nacido.Entonces no pensaremos en Navidad solamente como un aniversario, sino también como en un acontecimiento que puede realizarse toda nuestra vida.Lo importante es vivir la vida que nunca se para, que continuamente marcha hacia la paz.Si, por tanto, deseamos a los demás "Felices Navidades" sin dar a estas palabras un sentido profundo, este deseo será una simple fórmula vacía. Los que no quieren la paz para todos los hombres, tampoco la quieren para sí mismos, ya que no es posible alcanzarla si, contemporáneamente, no existe por parte de todos el mismo intenso deseo de paz.Es posible, por cierto, sentir paz incluso en un ambiente de lucha, pero sólo a condición de sacrificarse y crucificarse para que desaparezcan las causas de los conflictos.Así que, como el nacimiento de Cristo es un acontecimiento, la cruz es también un acontecimiento en esta vida de lucha.Por esta razón, nosotros no tenemos derecho a pensar en la Navidad sin pensar en la muerte en cruz.Cristo vivo, significa cruz viva. Sin ella, la vida no es más que una muerte agitada.Mahatma Gandhi

ARQUEOLOGÍA CRISTIANA

La arqueología descubre... a Jesucristo

1998/09/24 es.charla.religion

AYER pedía N. testimonios de Jesucristo anteriores al año 80. Pues bien, yo le presento a un testigo incontestable de Su existencia y del auge del cristianismo, anterior por lo menos al año 79 (ó 63). Pero no es una evidencia literaria, sino arqueológica, es decir no susceptible de "manipulación, extrapolación, contaminación...", como están algunos denunciando en los textos, sin demostrar nada, por supuesto.

Resulta que los arqueólogos de los años veinte venían hallando una serie de curiosos acertijos por todo lo largo y ancho del solar del antiguo Imperio Romano. Se trata del conocido "cuadrado mágico", cuyos exponentes más antiguos -siglo III d.C.- habían sido encontrados en Dura Europos, una guarnición romana situada en Mesopotamia. El "cuadrado mágico" es como sigue:

S A T O R
A R E P O
T E N E T
O P E R A
R O T A S

Como bien puede apreciarse, aparentemente no es más que un ingenioso palíndromo: SATOR AREPO TENET OPERA ROTAS ('el sembrador Arepo guía con destreza las ruedas [de su carro]') puede leerse de izquierda a derecha y viceversa, así como de arriba a abajo y de abajo a arriba. Pero todos los investigadores coincidían en que había algo más, en que se trataba de un mensaje cifrado entre cristianos. La cruz que forman las dos palabras TENET ('sujeta', 'sostiene'), así como el hecho de figurar en los cuatro extremos la "tau" griega (T), una de las más primitivas representaciones de la cruz, no dejaba lugar a dudas. Pero aún quedaba por desvelar el secreto que allí se escondía.

En 1925, dos investigadores, el alemán Félix GROSSER y el escandinavo Sigurd AGRELL, sorprendieron al mundo al anunciar -cada uno por su lado- que habían sido capaces de descifrar el criptograma, ordenándolo de la siguiente guisa:

P
A
A T O
E
R
PATERNOSTER
O
S
O T A
E
R

En efecto, bastaba con entresacar la A (aquí como representación latina de la "alfa" griega) y la O (la "omega", es decir: Jesús, el alfa y la omega, el principio y el fin) y recomponer las restantes letras de forma que se pudiese leer la expresión Pater Noster (Padre Nuestro) formando una cruz. El extraordinario descubrimiento fue saludado por toda la crítica, ...pero la bomba llegó en noviembre de 1936. En efecto, las excavaciones de Pompeya (floreciente ciudad campana, sepultada por las cenizas del Vesubio en el año 79 d. C. , durante el reinado de Tito) avanzaban a buen ritmo cuando de pronto... aparece el cuadrado mágico grabado en una columna de la palestra que se halla frente al anfiteatro. El revuelo entre los excavadores fue mayúsculo, pues ya antes habían desechado otro "cuadrado" por aparecer excesivamente deteriorado como para afirmar con seguridad que se trataba del famoso criptograma.

Para colmo, el "cuadrado" de la palestra tiene grabado encima un triángulo (símbolo inequívoco de la Santísima Trinidad), y lo que es más importante: trae la clave para su desciframiento. Justo al lado del jeroglífico, se ven con claridad tres letras seguidas: la N (centro de la cruz), flanqueada de la A y la O, que son las que deben situarse fuera.

Conclusiones:
Estas evidencias, sumadas a los demás testimonios que existen, confirman que ya había cristianos en Pompeya.
El culto a la Santa Cruz y la simbología de la Alfa y la Omega (de los escritos de San Juan, considerados "los más tardíos") se remontan a antes del año 79 (o 63, dado que la palestra fue abandonada tras el terremoto que sacudió Pompeya ese año).
¡Ya había una traducción latina de la oración que Cristo nos enseñó (Ordinario de la misa) anterior al 79 (o al 63)! Este hecho singular demuestra que ya circulaban ampliamente los escritos evangélicos, lo que obra en favor de una redatación a la baja de su composición, en consonancia con las nuevas evidencias papirológicas.
Ya estaba formada la teología y el culto a la Trinidad.
No era "palo": ERA CRUZ.

http://personal5.iddeo.es/magolmo/arqueologia.htm

viernes, 14 de diciembre de 2007

La elocuencia de un símbolo


No nos damos mucha cuenta, porque ya estamos acostumbrados a ver la Cruz en la iglesia o en nuestras casas. Pero la Cruz es una verdadera cátedra, desde la que Cristo nos predica siempre la gran lección del cristianismo. La Cruz resume toda la teología sobre Dios, sobre el misterio de la salvación en Cristo, sobre la vida cristiana. La Cruz es todo un discurso: nos presenta a un Dios trascendente pero cercano; un Dios que ha querido vencer el mal con su propio dolor; un Cristo que es Juez y Señor, pero a la vez Siervo, que ha querido llegar a la total entrega de sí mismo, como imagen plástica del amor y de la condescendencia de Dios; un Cristo que en su Pascua—muerte y resurreccion—ha dado al mundo la reconciliación y la Nueva Alianza entre la humanidad y Dios...

Esta Cruz ilumina toda nuestra vida. Nos da esperanza. Nos enseña el camino. Nos asegura la victoria de Cristo, a través de la renuncia a sí mismo, y nos compromete a seguir el mismo estilo de vida para llegar a la nueva existencia del Resucitado.

La Cruz, que para los judíos era escándalo y para los griegos necedad (1 Cor 1,18-23), que escandalizó también a los discípulos de Jesús, se ha convertido en nuestro mejor símbolo de victoria y esperanza, en nuestro más seguro signo de salvación y de gloria. No es de extrañar que, cuando en nuestra celebración empleamos el gesto simbólico del incienso—signo de honra, de veneración y alabanza— sea en primer lugar la Cruz la que reciba nuestro homenaje. En esa Cruz se centra nuestra comprensión de Cristo y de su Misterio Pascual. Ahí esta concentrada la Buena Noticia del evangelio. Todas las demás palabras y gestos simbólicos lo que hacen es explicar, desarrollar (y, a veces, oscurecer) lo que nos ha dicho la Cruz...

JOSÉ ALDAZABAL
GESTOS Y SÍMBOLOS (I)
Dossiers CPL 24
Barcelona 1986.
Págs. 27-32

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Nueva colaboración

Tengo el gusto de informaros que estrenamos nueva colaboración, y conociéndole un poquito creo que la mejor forma de presentarle es diciendo que es un hermano nuestro de SEDE, un hermano de la Archicofradía de los Dolores de San Juan, nuestro hermano Salvador Marín Hueso....¡Bienvenido y bienhallado! Entre otras 'cosillas' lo tenemos ahora como comisario de la exposición 'El tiempo y la palabra' que se encuentra en el Archivo Histórico Provincial donde nos muestran el Archivo de la Archicofradía, se ha ofrecido para acompañarnos en una visita guiada ¿Quién se apunta?

viernes, 7 de diciembre de 2007

ESTAUROTECAS (XI) (Por Pedro Matías)

Relicario bizantino, fabricado en Constantinopla (finales del s. VIII y comienzos del IX).Sus dimensiones son de 10,2 cm. por 7,3.Fué donado por J. Pierpont Morgan en 1917 al Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, donde actualmente está expuesto.Realizado en esmalte "cloisonné", plata, plata dorada, oro y niello (aleación de plata, cobre, plomo y azufre que se usa para rellenar pequeñas incisiones), es uno de los primeros ejemplos de este tipo de relicarios. La tapa superior está decorada con una escena de la Crucifixión y bustos de santos. En la escena central, Cristo, flanqueado por las dolientes figuras de la Virgen y de San Juan, se muestra con vida en la cruz, y viste la larga túnica con la que era representado normalmente en esa época y lugar. En su parte trasera tiene escenas de la Anunciación, la Natividad, la Crucifixión y del Anástasis (el descenso de Cristo, tras su muerte, al infierno o al Limbo de los Patriarcas).Los laterales están decorados con bustos de santos.La tapa se desliza hacia atrás para revelar cinco compartimentos interiores para reliquias dispuestos en forma de cruz.Uno de los propietarios de esta estauroteca pudo ser el Papa Inocencio IV (1243-54).